Desde el Ayuntamiento apelan al «civismo» para combatir este fenómeno natural que hace siglos trajo epidemias en las ciudades y que ahora causa averías en las instalaciones eléctricas. Y es que al tratarse de roedores, «las ratas tienen una necesidad imperiosa de roer, entre otras cosas porque los incisivos están constantemente creciendo y terminarían clavándose en el cerebro», comenta un técnico municipal especializado en saneamiento.

El primer teniente de alcaldesa, José Blas Fernández, reconoce que «el problema que hay en Cádiz con los roedores es alarmante, hemos notado los problemas que crean hasta en los grandes transformadores. Devoran el plástico que forra los cables». El resultado es que diversas comunidades ya se han quedado sin alumbrado público. El pasado 29 de agosto de 2008 estos roedores provocaron un apagón en la comunidad de propietarios de las 330 viviendas de Medina Sidonia, 13, 15, 17 y 19 y Segunda Aguada, 7, 9, 11, 13 y 15. Al día de hoy siguen con una instalación provisional. «La calle se quedó sin luz porque los roedores destrozaron los cables soterrados», explica con indignación el presidente de la comunidad, Antonio Falcón Caballero.

Vicente Franco, el titular de la comunidad de vecinos de la calle Hermanos Ortiz de Echagüe, número 4, también se ha visto en la necesidad de cambiar la canalización eléctrica. «Hemos solicitado una subvención a la Oficina de Rehabilitación de la Junta de Andalucía para instalar los cables por la fachada para que las ratas no se los coman», detalla.

Estos animales suelen frecuentar los cuartos de contadores de luz, pero «al ser cartilaginosos pueden acceden a cualquier sitio», según Padilla.

Los expertos en desratización aseguran que los métodos para combatir estos roedores han evolucionado mucho. «Los venenos anticoagulantes ahora son de efecto retardado y evitan que se cicatricen las heridas», cuenta otro operario de saneamiento del Ayuntamiento. En primer lugar se lleva a cabo un control de puntos críticos por todo el sistema de alcantarillado de la ciudad. «Se trata de la colocación de cebos en sitios estratégicos para comprobar si existen ratas en esa zona», advierte.

Las frecuentes campañas municipales de desratización son claves para «mantener a raya estos roedores», aclara Blas Fernández.

En las zonas de las dunas de Cortadura, la Delegación Municipal de Salud también desinfecta antes de que comience la temporada de playas. En la zona de los mercados Central y Rosario, el control de plagas se realiza una vez a la semana. Sin embargo, desde el Consistorio se advierte que la responsabilidad de mantener limpia la ciudad es la principal prevención.