El Chinche de las camas (Cimex lectularius)
Una plaga emergente. Los chinches han acompañado a la actividad humana desde tiempos inmemoriales, pero fue después de la segunda guerra mundial cuando las infestaciones de este insecto empezaron a remitir hasta prácticamente desaparecer y a los entomólogos coleccionistas de entonces les costaba muchísimo lograr capturar este insecto para sus colecciones. Ahora en cambio, desde hace unos 10 años, se trata de una plaga emergente presente en todo el planeta que causa importantes molestias en hogares, residencias, hoteles etc.
¿Que ha pasado? ¿Por que tenemos hoy un repunte tan importante de las plagas de chinches? En el libro de la Organización Mundial de la Salud, Public Health Significance of Urban Pests tenemos la explicación: Después de la segunda guerra mundial aparecen en el mercado insecticidas de amplio aspectro y gran efecto residual, estos insecticidas serán en gran parte los responsables de la erradicación de los chinches casi hasta su desaparición, pero con el tiempo, estos insecticidas fueron substituidos por otros de menor residualidad, menos perjudiciales para el medio ambiente, y un nuevo enfoque para el control de plagas aparece, es el Control Integrado , que minimiza la aplicación de productos insecticidas, y a la vez lo hace de forma dirigida a la especie diana. Esto junto a la globalización, el gran movimiento de gente por todo el planeta, la masificación del turismo, han sido causas que sumadas han traído como consecuencia la aparición del chinche de las camas como una plaga emergente en todo el planeta.
El Chinche de las camas adulto mide entre 6 y 7 milímetros, tiene forma un poco de huevo pero es muy plano. Es marrón tirando a rojo, produce un olor característico y deposita heces en forma de bolitas rojas en las zonas donde habita. Se alimentan únicamente de sangre del huésped, y se les ve por la noche. Se esconden muy bien durante el día protegidos siempre entre telas o madera. La forma plana del cuerpo les permite protegerse en sus escondrijos durante días, semanas o meses mientras esperan la presencia de un nuevo huésped. Se sabe que pueden aguantar sin comer hasta un año. En buenas condiciones, el ciclo completo, de huevo a huevo, puede durar 4 o 5 semanas (temperarturas entre 28-32ºC y 75-80% hr). Pero sobreviven y se mantienen activos a temperaturas incluso por debajo de los 7ºC.
Para su eliminación es imprescindible la experiencia de los técnicos involucrados en el control, ya que son muy resistentes a los tratamientos químicos y además, como hemos dicho anteriormente, se esconden de forma muy eficaz entre los pliegues del colchón, en los muebles, entre tapicerías, canapés, somieres , etc.